El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, intensificó su campaña electoral con un acto en La Plata, donde llamó a «resistir el plan aspiradora» del gobierno de Javier Milei, una estrategia que, según el mandatario provincial, busca absorber recursos de las provincias para sostener el ajuste fiscal. Kicillof, respaldado por el frente Fuerza Patria, criticó la retención de fondos coparticipables y prometió medidas para proteger a los sectores más vulnerables del impacto económico. El acto reunió a intendentes peronistas y movimientos sociales, marcando el tono de la campaña en el principal bastión electoral del país.
En respuesta, La Libertad Avanza desplegó una campaña agresiva en la provincia, con mensajes que acusan al peronismo de «saquear» Buenos Aires durante décadas. Encuestas recientes muestran que el oficialismo lidera en intención de voto en algunos distritos bonaerenses, pero enfrenta rechazo en áreas urbanas donde el ajuste económico ha golpeado con fuerza. Kicillof, por su parte, destacó su gestión en educación y salud, anunciando un programa de asistencia para pymes afectadas por la competencia de importaciones, un problema que, según un informe de la Fundación Observatorio Pyme, afecta al 45% de las pequeñas y medianas empresas.
La provincia de Buenos Aires, con casi el 37% del padrón electoral, será clave en las elecciones legislativas. La estrategia de Kicillof de confrontar directamente con Milei busca movilizar al electorado peronista, pero enfrenta el desafío de un oficialismo que mantiene una aprobación cercana al 50% a nivel nacional. La polarización entre ambos líderes promete definir el mapa político bonaerense, con implicaciones para el equilibrio de poder en el Congreso.






